INTRODUCCION

El paso de la infancia a la adolescencia marca un cambio en nuestros gustos e intereses. Lo que antes, en una primera etapa de nuestras vidas, parecía ser un lugar más dentro de la ciudad, en otra época puede transformarse en el sitio ideal para entablar relaciones personales, reunirse con amigos o simplemente entretenerse, con lo que estaríamos asignando un valor especial a este espacio. Lo mismo sucede cuando visitamos por primera vez una ciudad. Entre la diversidad de lugares por conocer, siempre buscamos como llegar a los más visitados o a los que nos producen placer o agrado, ante lo cual, también, estamos haciendo una selección, al igual que en el caso anterior, pero en base a criterios distintos. En resumen, en ambos casos satisfacer nuestras necesidades. Pero qué es lo que realmente le asigna a un espacio un carácter único fuera de nuestras propias apreciaciones. Esa es una pregunta que sólo puede contestarse a través de una investigación. Es, por ello, que antes de comenzar nuestro estudio se hizo necesario definir cuál iba a ser nuestro objeto de análisis. Entre la variedad de temas que afloraban en torno a los distintos espacios constantemente visitados dentro de nuestra ciudad, escogimos uno que suscitaba nuestro real interés, un sector de Valdivia que para la gran mayoría es plenamente reconocible: La calle Esmeralda. Este lugar llamado comúnmente “Esmeralda” se destaca por presentar un perfil indeterminado, por las distintas actividades que confluyen en dicho lugar, pero que adquiere ciertas características de barrio bohemio terminada la etapa de transición del día a la noche, programa en el cual se va configurando el carácter nocturno que más lo destaca como sector y que lo ayudará a definirse en la etapa siguiente llamada “noche”, la cual le otorga, al parecer, la imagen de un barrio reconocible dentro del sector céntrico de la ciudad. Ante esto nos planteamos la siguiente hipótesis: “La calle Esmeralda elabora su perfil de barrio bohemio durante la transición del día a la noche”.

Para comprobar la creación del llamado perfil de barrio bohemio de la calle Esmeralda se hizo necesario estudiar las distintas actividades del sector para así definir los cambios programáticos gestados en el lugar y determinar en cuál de estos estados de tiempo comenzaba a configurarse lo que nosotros llamamos barrio.